

A pesar de la baja en el número de turistas, las ciudades del circuito turístico nacional registraron un gasto total de $1,2 billones, aunque este impacto económico fue un 22,2% menor que en 2023 a precios constantes. La información, basada en datos de entidades provinciales y municipales, refleja un mes con menor consumo en actividades turísticas.
El informe de CAME destaca que, aunque los turistas redujeron sus estadías y el gasto diario fue de $59.890, a precios reales (descontando la inflación) resultó un 3% inferior a la temporada pasada. Además, se observó una disminución en los encuentros culturales, especialmente musicales, y en las fiestas populares hubo menos bandas con convocatorias masivas, aunque se realizaron abundantes competencias deportivas.
El desdoblamiento de las vacaciones escolares permitió una distribución más equitativa del flujo de turistas y evitó la sobrecarga de las rutas nacionales. Este invierno fue frío, lo que resultó en una menor concurrencia a las zonas de playa, mientras que las opciones termales, montañas, nieve y campo fueron más populares. Además, la falta de incentivos como el programa Previaje también influyó en los resultados.
Muchas ciudades compararon este invierno con los resultados obtenidos en la prepandemia, entre 2017 y 2019, destacando las diferencias en la actividad turística y el consumo.
Los datos proporcionados por CAME pintan un panorama de menores movimientos turísticos y económicos en comparación con años anteriores, subrayando la necesidad de reactivar el sector con nuevas estrategias e incentivos para futuras temporadas.