

El bicarbonato de sodio es un compuesto utilizado principalmente para tratar la acidez estomacal y la indigestión ácida, según información de Medline Plus. Viene en forma de pastillas o polvo, y se toma por vía oral entre una y cuatro veces al día, dependiendo de la condición del paciente. Si se utiliza como antiácido, se debe ingerir entre una y dos horas después de las comidas, siempre acompañado de un vaso grande de agua.
Es importante no consumir bicarbonato de sodio por más de dos semanas seguidas. Si los síntomas persisten, se recomienda consultar con un médico. Además, antes de usarlo, es esencial revisar las precauciones mencionadas por los profesionales de la salud.
Según Medline Plus, antes de comenzar a consumir bicarbonato de sodio es necesario tener en cuenta algunos factores. Primero, es esencial informar al médico si se están tomando otros medicamentos, especialmente antiácidos, ketoconazol o benzodiazepinas. También se debe advertir si es que se tiene antecedentes de hipertensión, insuficiencia cardíaca congestiva, problemas renales o si se está embarazada.
El consumo excesivo de bicarbonato de sodio puede causar efectos adversos significativos. Esto ocurre cuando se mezcla con agua en grandes cantidades, lo que aumenta el nivel de sodio en el cuerpo y genera un desequilibrio en los niveles de sal. Entre los efectos secundarios más comunes se incluyen:
Es por ello que se debe utilizar con precaución y siempre de acuerdo con las indicaciones médicas
A pesar de los riesgos asociados al consumo excesivo, el bicarbonato de sodio puede ofrecer varios beneficios para la salud cuando se usa adecuadamente. A continuación, se detallan algunos de los principales beneficios:
El bicarbonato de sodio es conocido por su capacidad para aliviar la acidez estomacal. Una pequeña cantidad disuelta en agua puede ayudar a reducir la sensación de ardor en la garganta y el pecho, especialmente si se ingiere lentamente.
Diversos estudios han demostrado que el bicarbonato de sodio puede ayudar a reducir ciertos síntomas relacionados con el tracto urinario inferior. Aunque estos efectos son menos conocidos, representan un beneficio adicional para quienes tienen infecciones recurrentes en el tracto urinario.
El bicarbonato de sodio también se utiliza como un exfoliante suave. Una mezcla de tres partes de bicarbonato y una parte de agua puede aplicarse sobre el rostro o el cuerpo. Realizando movimientos circulares, se obtendrá una exfoliación que elimina células muertas, dejando la piel más suave.