La hipertensión puede desencadenar accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca, daño renal y otras complicaciones graves de salud. Esta condición es frecuentemente descrita como un “asesino silencioso” debido a su falta de síntomas.

Durante años, los expertos señalaron que el ejercicio beneficia al corazón. Sin embargo, investigadores del University College London y la Universidad de Sídney decidieron analizar si incluso un pequeño incremento en la actividad física podría tener un impacto positivo en la presión arterial. Para ello, siguieron a aproximadamente 15.000 personas que utilizaron dispositivos de rastreo de actividad durante 24 horas, lo que permitió explorar el vínculo entre el movimiento diario y los niveles de presión arterial. Los resultados indicaron que agregar cinco minutos de ejercicio, como subir escaleras o hacer un corto trayecto en bicicleta, fue suficiente para mejorar la presión arterial.

El estudio, respaldado por la Fundación Británica del Corazón y publicado en la revista Circulation, destaca la importancia del ejercicio sobre otras formas menos intensas de movimiento. La autora principal, la Jo Blodgett, de UCL, comentó: “Nuestros descubrimientos sugieren que, para la mayoría de las personas, el ejercicio es clave para reducir la presión arterial, en lugar de formas de movimiento menos exigentes, como caminar.” Además, Blodgett subrayó que “lo positivo es que, cualquiera que sea tu capacidad física, no se necesita mucho tiempo para ver un efecto positivo en la presión arterial".

Para aquellos participantes del estudio que no realizaban actividad física intensa, caminar también mostró algunos beneficios en la presión arterial, aunque menos significativos. Blodgett agregó que, para lograr un cambio en la presión arterial, es necesario exigir más al sistema cardiovascular mediante ejercicio.

Los investigadores encontraron que cinco minutos adicionales de actividad que eleve el ritmo cardíaco podrían disminuir la presión sistólica en 0.68 mmHg y la diastólica en 0.54 mmHg, valores que representan la presión al bombear y al descansar, respectivamente.

El profesor Emmanuel Stamatakis, coautor del estudio y experto de la Universidad de Sídney, señaló: "La hipertensión es uno de los mayores problemas de salud en el mundo, pero puede haber formas accesibles de abordar el problema, además de la medicación". Asimismo, recalcó que el descubrimiento de que “realizar tan solo cinco minutos adicionales de ejercicio o actividades vigorosas diarias puede estar asociado con una reducción medible de la presión arterial” subraya la efectividad de los pequeños periodos de actividad de alta intensidad para el control de la presión arterial.